Símbolos de la Comunidad.
EL NÚMERO 23 Y LA COMUNIDAD IDIOTA. 180 a.C.
Rara vez se han encontrado documentos donde esté escrito el término “comunidad Idiota”. Pero sin embargo, se habían encontrado los mismos dogmas sin especificar que formaban parte de esta corriente de pensamiento. o eso se creía, a pesar de que realmente, sí que estaban firmados.
Contextualizando:
Pingala (पिङ्गल) es el autor del Chanda-shastra, un libro escrito en sánscrito en la India, acerca de las métricas, o sílabas largas en el s.IV a.C.
Pingala presentó la primera descripción conocida de un sistema de numeración binario. Describió dicho sistema en relación con la lista de métricas védicas y las sílabas cortas y largas. Su obra también contiene las ideas básicas del mātrā-meru (Sucesión de Fibonacci) y el meru-prāstāra (el Triángulo de Pascal).
El muy frecuente comércio con la India hizo que Arsíone y sus amigas, interesadas en la poesía, dieran con aquel libro (se crée que con traducciones del mismo), y durante las explicaciones de este sistema de sistema de numeración binario, encontrarán la manera de transcribirlo a los dedos de la mano. Siendo desde siempre el dedo pulgar erguido el primer dígito de esta cuenta, al llegar a la posición de todos los dedos erguidos exceptuando el anular, que permanece contraído, encontramos el número 23.
Todos esos documentos encontrados, supuestamente sin autoría, estaban encabezados por el número 23, a veces en su forma romana XXIII a veces en su forma egipcia AAIII, y la más extraña de todas, y la que se tardó más en asociar con la comunidad, textos asociados a la palabra DECRUSTO, (desintegrarse, en latín). Historiadores e historiadoras recientes han asociado este término a “la desintegración”, uno de los términos descritos en el i-ching desde el 1200 a.C. libro que también se encontraba entre los documentos de la biblioteca de alejandría. No casualmente, La desintegración, dentro de la numeración de este Códice, es el Hexagrama 23.
Se cree que los documentos firmados con DECRUSTO, en vez de escribir el número 23, está directamente asociado a los escritos que las amigas de Arsíone escribieron durante la etapa de fuga, tras el asesinato de Filamón, en un juego por desintegrar toda pista y mal uso de sus creencias.
